28 de Marzo 2004

Muito obrigado

En el coche más feo, pero los más felices. En algún sitio, entre Barcelona y Lisboa. Con tus pies colgando por la ventanilla. Con tu cara de yonqui, esa que tan de moda se ha puesto. Cantabas. Con la boca muy abierta. En el inglés que no sabes. Con esa sonrisa de obrigado. Esnifabas. Y sangrabas el papelito. El de la autopista. El que le dabas al chico del peaje. Luciendo ese escote tan pobre. Pero que tanto vende.
Follando en las gasolineras. Entre los carteles de recién fregado. Y el miedo de los abuelos. A que tus ojeras les robase la cartera. Y faltaban cactus para que aquello fuera tu road movie. Y ahora, sobran espinas.
Portuguesa, guárdame un hueco en el cielo. No tardaré. Te lo prometo.

enfant terrible 4:54 PM | Comentarios (5)

27 de Marzo 2004

Nueve

Alguien decidió que diez dedos en dos manos eran demasiados. Y cerró la puerta. Con mi mano entre las bisagras.
Tengo un dedo con tornillos tatuados. Y una uña esmaltada. Yo, que ya no me pinto las uñas como cuando era pequeñita.
Y las manualidades de entrepierna se han vuelto más cuidadosas. Más cariñosas. Soy mejor amante desde que tengo un dedo Puleva. Papilla. Puleva.

enfant terrible 2:08 PM | Comentarios (2)

26 de Marzo 2004

Pyotr

Es sordo. Del oído izquierdo. Cruza las vías apoyando las botas sobre los raíles. Mira únicamente hacia la izquierda. Confía plenamente en su oreja derecha.
Luz de media tarde. Podrían ser las cuatro. O las siete. No le importa demasiado. Más bien nada.
Mirada huraña, esquiva. Tres meses sin ver a demasiada gente. Y sólo mira al suelo. Comprueba que no se mueve. El vaivén de las olas ha desaparecido. Es marinero. Ruso.
Salitre bajo las uñas. Y sus manos, contundentes y arrugadas. Prematuramente envejecidas.
Cuenta baldosas. Sonríe satisfecho. No necesita aferrarse a una barandilla para andar. Es de las pocas ventajas que ofrece el asfalto, piensa.
Se pierde por calles intrascendentes. Todas lo son en una ciudad de paso. Las manos en los bolsillos, y la mirada en un letrero. Caligrafía de neón. Fever club.
Escotes tras una barra y alguien le informa que dispone de media hora desde el momento en que sube a la habitación. Tiene facilidad para el castellano. La suficiente como para odiar la palabra disponer.
Tras la puerta, una moqueta que huele a humo. Y una brasileña que no huele a nada. Enviste hasta correrse. Le sobran veintiséis minutos para fumar. Junto a ella. La mira, tratando de reconocer en ella los rasgos de su mujer.
Le pregunta por sus hijos. Y ella le habla de sus niñas. Las que violaron en Río. Entre fabelas. Y él piensa en sus críos. Dos paliduchos con cara de frío, en Vladivostok.
Se besan. Y hasta las siete y treintaicuatro han sido marido y mujer. Padres de dos hijos en común. Y han confundido recuerdos. Dos hijos vivos y felices. En Brasil. O en Rusia.
Ella se levanta, y le cobra, aún desnuda. Él se va. Faltan otros tres meses antes de ver a su mujer en las facciones de otra. En cualquier otro puerto. En cualquier habitación cerca de un muelle. Lejos de Rusia, lejos de todo. Cambiando billetes por mentiras. De agua dulce.

enfant terrible 9:11 PM | Comentarios (1)

21 de Marzo 2004

Donatello

Es un crío de unos cinco o seis años. Su madre lo lleva de la mano. Han entrado en el vagón y se sientan frente a mí. Se llama David. O eso pone en su gorra. La madre le pide que se quite el jersey. El niño obedece. Tiene los ojos azules. Tristes como una caja de acuarelas robada.
La madre saca un libro de su bolso. Junta su cabeza a la de David y le habla bajito. Pasa el dedo por encima de las letras y éste aparta la vista de las hojas. Mira al suelo y luego la punta de sus zapatillas. Son de velcro. Con una pequeña tortuga ninja dibujada en el empeine. Absurdas. Graciosas.
Ella se ayuda de los dibujos del libro para captar la atención del niño. Parece un libro de medicina. David no entiende nada. Balancea los pies y sonríe a Donatello. Está en la punta de sus zapatillas. Una tortuga verde comiendo un trozo de pizza.
David no entiende que significa leucemia. Ni quimioterapia. No entiende porque no tiene pelo.
Me rompo. Lloro. Tras mis absurdas gafas de pantalla. Entiendo porque esa gorra roja. Y no entiendo porque la vida te pone la zancadilla. A los cinco años.

enfant terrible 6:02 PM | Comentarios (5)

20 de Marzo 2004

money to burn

El dinero es tan estúpido como el señor con chistera dibujado en los tableros de monopoly. Hoteles rojos y casas verdes. Malas noticias para los daltónicos.
No importa que midas tres o cuatro metros. Alguien con dinero te mirará dos palmos por encima de donde llegue tu hombro.
Ahorrar es casi tan divertido como morir con un puñado de billetes en el bolsillo. Con una colección de ceros en una tarjeta de banda magnética. Las matemáticas y la economía, pequeños fascistas. Sólo cuentan los ceros que están a la derecha. Planes de pensiones que compran anestesia a largo plazo. Consumirse en un autobús camino de Benidorm.
Uno, dos, tres, cuatro. Gasta esos cuatro billetes. No importa de que color sean. Cuatro billetes no compran demasiada felicidad. Quémalos esta noche. Mañana podrías estar muerto.


enfant terrible 8:46 PM | Comentarios (1)

19 de Marzo 2004

Publicidad

Follar no es el sexo de salón que proponen los anuncios de colonia. Once ocho ochentayocho. Sí, yo también fusilaría a los pelochos. Y no, no me preguntes que haría si me viniese hoy la regla. Seguramente llamaría a Mulder. Y también a Scully. El macahorro de macdonalds me quita las mismas horas de sueño que las patatas que engulle Banderas. Y sí, los besos saben igual con watershine de maybelline o con tus labios cortados. A vodka y tabaco.

enfant terrible 9:39 PM | Comentarios (2)

14 de Marzo 2004

Rebeca

Poca gente es capaz de hacerlo. Ver sin mirar. Desconozco cómo lo hace. Pero lo consigue. Te ve con el cuello, con las cejas, con la nuca.
Deja caer dos hielos con indolencia y aparta la vista del tubo. A medio metro de la barra y tan lejos de ella. Ajena a los estúpidos que mascullan alcoholes imposibles. De noche todo es mentira. Y ella, lo sabe. Lleva demasiado tiempo siendo la más lista de la clase. No necesita mudanzas ni ridículos catálogos de Ikea. Su cabeza, perfectamente amueblada. Allá los sofás, aquí la tortuga.
Le sugiero a Kundera. A ella, que anochece cuando su despertador insiste en verla amanecer. Necesita días de cuarenta horas. Cinco trabajos y una carrera no caben en veinticuatro.
Escribe un libro. No quiere que yo lo lea. Hace bien. Se desnuda antes a alguien leyéndole que quitándole la ropa.


enfant terrible 7:29 PM | Comentarios (2)

11 de Marzo 2004

Entrevista a una rata

Pasa. Son sólo unas preguntas. No tardaré mucho. No más de lo que tú has tardado en decidir en qué papelera dejabas el explosivo.
¿Cuál ha sido la última cara que has visto antes de salir del vagón? ¿Te has fijado en la niña de coletas? Ella y su madre han muerto. El resto de pasajeros no está mucho mejor. Te lo aseguro.
¿Tienes pensado que cenarás esta noche? Seguro que sigues teniendo apetito. ¿Sabes lo que significa mercenario? No tienes cara de ser muy listo. ¿No estudiaste demasiado, verdad?
Miedo en las aceras. Raíles teñidos de odio. Vagones destripados. ¿Orgulloso de las estampas dantescas? ¿Eres capaz de verlo por televisión? No me creo que no te hundas. Espero que no duermas demasiado esta noche.


enfant terrible 9:26 PM | Comentarios (3)

7 de Marzo 2004

Le soleil du cirque

Los domingos son tristes. Como un mapa de Hungría en blanco y negro. Las lágrimas son funambulistas kamikazes. Caen al suelo. Los circos más divertidos son los que no tienen redes. Ponerle redes a la vida parece poco inteligente. Como enguajarse la boca con mercromina. El alcohol es la mujer más mentirosa. Y tú, eres la mujer más bonita. Verte llorar no es justo. Pero tampoco son justos los muñones y las minas antipersonales. Utilizar depresivos como euforizantes no es demasiado útil. Como una tartamuda cantando los números del bingo.
Te he querido. Hay microondas que no sirven para gratinar. Yo no sirvo para querer. Mátame. Tienes mi permiso. Medio beso.


enfant terrible 6:37 PM | Comentarios (7)

6 de Marzo 2004

Placer visual

El amarillo. La máscara de pestañas. Un cubito de hielo. Las pupilas dilatadas. Un bebé lactando. Los tulipanes negros. Una espalda arqueada. Las botas de piel de serpiente. El asfalto mojado. Los billetes arrugados. Una mujer poniéndose las medias. Encender una cerilla. Los ojos negros. Una botella vacía.

enfant terrible 9:14 PM | Comentarios (3)

5 de Marzo 2004

Pan

La noche de ayer. Divertida. Como dejar que un ciego acerque un tenedor a un enchufe. Y estúpida. Como un bizco con lentillas de colores.
Y a falta de pan, buenas son tortas. Y no hay que tomarse los refranes tan al pie de la letra. No hace especial ilusión que ciertas señoritas le crucen a uno la cara. Y menos por sugerir un polvo. Falta sentido del humor. Sobran ganas. Falta pan. Sobran tortas. Por si acaso, nunca pongo la otra mejilla. Cualquier idea sacada de ese libro con capítulos y versículos no puede ser demasiado buena.

enfant terrible 4:32 PM | Comentarios (0)

4 de Marzo 2004

Juego

Lo de las máquinas del tiempo ya está muy visto. En lugar de viajar en el tiempo, podríamos jugar a viajar de persona en persona.
Poner la rajita del culo y ser puta. Pánico al virus. Coleccionar enanos de señores borrachos que nunca vuelven. Y morir, desangrada. En cualquier descampado.
O servir copas de noche. Dejar que alguien se deje llevar por la euforia y nos convierta en una cicatriz de diez centímetros. Porque un vaso de tubo da de beber. Y raja caras también.
O repartir publicidad a la salida del metro. Gente ofendida. Quién serás tú para tenderle el brazo a ese señor. Tú ganas dos céntimos por hoja repartida. Ellos se limitan a escupir. Los más educados le mandan recuerdos a tu señora madre.
O ser uno de esos señores que huelen mal porque quieren. Duermen junto a un cajero automático porque quieren. Y mueren, evidentemente porque quieren, a modo de falla. Llegan cuatro niñatos. Lo rocían con gasolina y ese señor deja de pasar frío.
Como juego estaría bien. Pero sólo un día en la vida de ciertas personas. Que sino, escuece.

enfant terrible 7:17 PM | Comentarios (1)