5 de Marzo 2004

Pan

La noche de ayer. Divertida. Como dejar que un ciego acerque un tenedor a un enchufe. Y estúpida. Como un bizco con lentillas de colores.
Y a falta de pan, buenas son tortas. Y no hay que tomarse los refranes tan al pie de la letra. No hace especial ilusión que ciertas señoritas le crucen a uno la cara. Y menos por sugerir un polvo. Falta sentido del humor. Sobran ganas. Falta pan. Sobran tortas. Por si acaso, nunca pongo la otra mejilla. Cualquier idea sacada de ese libro con capítulos y versículos no puede ser demasiado buena.

enfant terrible,
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