El dinero es tan estúpido como el señor con chistera dibujado en los tableros de monopoly. Hoteles rojos y casas verdes. Malas noticias para los daltónicos.
No importa que midas tres o cuatro metros. Alguien con dinero te mirará dos palmos por encima de donde llegue tu hombro.
Ahorrar es casi tan divertido como morir con un puñado de billetes en el bolsillo. Con una colección de ceros en una tarjeta de banda magnética. Las matemáticas y la economía, pequeños fascistas. Sólo cuentan los ceros que están a la derecha. Planes de pensiones que compran anestesia a largo plazo. Consumirse en un autobús camino de Benidorm.
Uno, dos, tres, cuatro. Gasta esos cuatro billetes. No importa de que color sean. Cuatro billetes no compran demasiada felicidad. Quémalos esta noche. Mañana podrías estar muerto.