20 de Julio 2005

Cleptómana

Hoy, si me miras, verás una bicicleta, o un abuelo, o media farola. Verás un perro, una verja, una pared. Quizás el cartel de una actuación.
Las manos de un frutero bajando la persiana, o una barandilla oxidada. La marca de mis dientes en un pedazo de pan, o mi sangre en un espejo. Pero no verás la boca. Ni los nudillos sangrando.
Hoy, la báscula no me detecta al pisarla, y eso, salvo para una anoréxica, no son buenas noticias. Me acerco a las bombillas, y no aparece mi sombra en la pared. Miro los surcos que dejan mis pasos en la arena y un perro ladra asustado porque no encuentra mis pies.
Hoy, no soy el hombre invisible.
Soy alguien vacío. Saqueado. Por dentro. Y no queda nada.

enfant terrible,
comentarios
comentarios