5 de Agosto 2005

Agua sucia

Piensa en toda la gente que te apetece matar.
Cinco.
Diez.
Cien personas.
Al resto del mundo.
Piensa en el asco. En las nauseas. En toda esa gente que no te da las gracias. Que no te mira a los ojos. Que te escupe al hablar. Que habla demasiado alto. Que leen libros de autoayuda. En los franceses que te pisan y dicen. Pardon. En las luces del coche de atrás. En el aliento del hombre que en el metro le dice a tu nuca. Bajas?. Piensa en la prepotencia. En la gente que se santigua. La gente que sorbe la sopa. Que hace ruido al tragar. En los concursantes del cielo. Del infierno. Del limbo. En Paulo Coehlo. En Zoé Valdés. En la gente que pregunta qué te llevarías a una isla desierta. En los presidentes. En los franceses que te pisan y no dicen. Pardon. En las negligencias médicas. En cualquiera que desprecie a una mujer. En los hombres que hunden su polla en niños. En toda esa gente que te produce el mismo asco que el sabor del agua sucia. Entre metálico y salado.

enfant terrible,
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