22 de Abril 2004

Triciclo

Los locos siempre caemos bien. Parecemos simpáticos inofensivos. Hasta que sacamos una pistola. Un montón de rehenes. Y un director de banco. Con un culo que huele a miedo.
El otro día, en Alicante. Ese chico sólo quería curarse el resfriado con un gramo blanco. Tenía la voz de malo que tienen los buenos. La voz de alguien que nunca dispara.
En América te visten de naranja. Simulan un juicio. Y te broncean. Gratis. Si, como a un pollo. Al menos guardan las apariencias. Aquí alguien se aburrió de esperar. Doce horas son muchas. Así que acelera y mátalo.
Chicos de azul. Os voy a esperar. En cada cruce. Con un trailer. Con las luces apagadas. Y cuando paséis. Pedaleando. En vuestro tricilo. Con esa estúpida sirena azul. Os pienso cortar el paso. Cerrar comillas.

enfant terrible,
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