10 de Abril 2004

Dos copias

Mierda. Me ha vuelto a pasar. La última vez fue en la estación. Era fácil. Acercarse a la ventanilla y pedir el billete. A Barcelona. Con carné joven.
Hoy la frase tampoco era difícil. Dos copias de esta llave. He entrado en la ferretería. Y me he sentado en un taburetillo hortera. Quizás porque la pose invitaba a ello. O porque los días se vuelven fragmentos sobrios de cuarto de hora. He pedido un Ballantines cola.
Estupefacción del dependiente. Y para arreglarlo. Bueno, pues da igual, un cortado.

enfant terrible,
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