Estoy pagando las clases de violín a los hijos de Schumaker, patrocinando los injertos de pelo de Barrichelo, su novia me está enormemente agradecida, ahora lo encuentra mucho más atractivo. He decidido dar vacaciones a todo el equipo Ferrari, no os preocupéis, ya me encargo yo de pintar todos los chasis de rojo.
Financio también la casa desde la que Beckham vacila del clima español a sus amigos los guiris con cara de nube. No negaré que un detallito con Victoria también he tenido, soy un chico educado y de buena familia.
Esos anuncios y promociones que copan vallas publicitarias, segundos de televisión, y minutos de radio.. evidentemente son cortesía de enfant terrible.
Los programas de puntos, llamadas a un céntimo, y demás ofertas capciosas, son mi ultimo detallito con la compañía en cuestión, y es que estoy dilapidando la herencia de mis futuros hijos en Vodafone.
La factura no pasa por ser un sobre más en el buzón del debe, sino que un repartidor se encarga de llamar a mi puerta con un paquete bajo el brazo. Treintaycuatro hojas de factura no caben en un sobre medio. Siempre le doy propina, total, invita Vodafone.