Mujeres con golondrinas de colores tatuadas en el antebrazo izquierdo, y mujeres escurridizas como el lomo de una carpa. Mujeres abatidas por sus propios disparos, y mujeres que riegan sus barriles de pólvora. Mujeres extrañamente delicadas que parecen no excretar, y mujeres que rezan por un último papel secundario digno. Mujeres apocalípticas esperando un resbalón en cualquier cornisa, y mujeres con coños alegres que se repliegan como la defensa de un equipo italiano. Mujeres con las que no volverás a dormir, y mujeres que no volverán a dormir con nadie. Mujeres que sueñan con un arpón que ampute sus colas de sirena, y mujeres que nunca olerán a mar.
la forma del dolor
atestigua
que la belleza
sólo se sincera
a través del
sufrimiento
así que
para olvidarnos
de lo que fuimos
deberíamos
esconder
tus pezones
y mi orgullo
en una cajita
una de esas
que registran
los últimos
bandazos
del avión
antes de
implosionar
y saltar
en pedazos