23 de Octubre 2022

aquí

La calle huele a fregona mal escurrida. Los botones de los semáforos están llenos de pegatinas. Pulse aquí para resetear el mundo. No parece estar funcionando. Pero los niños y los abuelos son los únicos que lo siguen intentando. En casa, el tomate de la primera balda de la nevera está replegándose sobre sí mismo. Como un universo tímido. Una vía láctea de pepitas. Cierro la puerta de la nevera como el astronauta que se siente a salvo al bloquear la compuerta de la nave. Y deja atrás la hostilidad del vacío. Está empezando a llover en el interior de las cabezas cerca de la costa. Todo el mundo parece estar a un par de malas decisiones de dejarse el paraguas en casa. Salir a la calle y no volver nunca más. La psoriasis avanza como un ejército silencioso. Anexionándose territorios de lo que queda de cuerpo. Con incendios que arden bajo la piel. Cada uña rasca lo que ya no puede recuperar. El cáncer del filósofo, el cáncer de mi amigo. Entender el proceso de la muerte me está haciendo virutas. Que no es otra cosa que la muerte en sí misma. Como un lápiz que se erosiona y cada vez escribe menos porque sabe que esto se acaba. Pulse aquí para resetear el mundo.

enfant terrible,
comentarios
comentarios