30 de Mayo 2008

escombros

Si fuera capaz de escribir con sinceridad, reconocería que he vuelto al juego y a la droga. Aunque claro, seguramente alguien se asustaría al leer eso. Me despierto con polvo en la cabeza. Bajo banderas de colores. Escuchando fados portugueses cantados en alemán. Algunas veces, cuando recuerdo el niño que fui, aparto la mirada del hombre en el que me he convertido. Tengo veintisiete años, y sufro demasiado. Miento tanto que mi vida ya no existe. El mundo no necesita amor. Necesita algo en lo que creer. Llevo dos años escapando del suicidio de la mujer a la que quise. Tengo la sangre triste y sucia. Como la mirada. A veces, en el espejo, sólo veo un edificio en llamas. Prométeme que barrerás mis escombros.

enfant terrible,
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