6 de Enero 2005

Lunática

Tú, que te miras en el espejo con la misma tristeza con la que un gemelo ve morir a su hermano. Con la pena en las pupilas de quien, en el fondo, está presenciando su propia muerte.
He visto la sangre de tus encías en esos pinceles. He visto tus lágrimas resbalando sobre un lienzo. He visto a una mujer desnuda temblando en un rincón. Te he visto a ti, con las piernas muy abiertas, desangrándote. Pariendo. Un cuadro.
Ven, déjame esas tijeras. Tengo yeso bajo las uñas. He pasado la noche arañando la pared. Dibujando tu maravillosa arquitectura vaginal. Gótica, elegante. Como una gárgola bulímica. Con las pestañas muy negras y los ojos azules.
Esquivo tu frente sudada. Tu barbilla salada. Tu precioso nombre de mujer suicidada. Tus adicciones. Tus miedos. Tan injustos como una niña de cinco años violada. Tú, en todos los frentes y siempre desarmada.

enfant terrible,
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