25 de Septiembre 2004

Meñique

Leonor Watling tiene unas alas preciosas. Dios le arranca algunas plumas y las deja caer al suelo. Es un tipo histriónico. Como Jack Nicholson enfundado en una bata rosa.
Ray Charles se niega a comer entrecot. Dice ser incapaz de ver como sangra una vaca y engullirla. Kasparov aparece con treinta y dos piezas y las deja sobre el mantel. Dieciséis bemoles negros y dieciséis teclas blancas. Leonor llora mientras mira su piano mellado. Kasparov organiza las piezas por colores sobre el mantel. Ray pide más canónigo para su ensalada mientras Dios se pinta las uñas de los pies con esmalte negro.
Txh2. Cd4 Txh1. Jake a Dios. Kasparov sonríe y Dios da un puñetazo sobre la mesa. Dios se levanta y dice Mate. Le dispara. Tenemos un ruso muriéndose sobre una lasaña. Ray se cabrea y repite que no soporta ver la sangre. Leonor sonríe y recompone su piano. Dios pide el postre y aparece Audrey Hepburn empujando el carrito de la tarta. Leonor apura su plato. Hunde un pinchito en un caracol. Se le resbala. Sale volando. Y grita mecagüendios. Ray se calla. Audrey se calla. Kasparov lleva, por supuesto, cinco minutos callado. Los trozos de Hitler, en tres platitos de postre se callan. Y Dios la mira y dice: Ray, ya que eres un jodido ciego mentiroso. Un vegetariano sugestivo que no ve la sangre de la carne. Cómete los meñiques de Leonor.

enfant terrible,
comentarios
comentarios