23 de Mayo 2004

Sondeo

Aprovecho que la chica de ojos azules se levanta y va al baño. Estoy a cuatro mesas de la suya. Voy hasta allí. Empiezo a escribir una frase en cada página de su código civil. Relleno unas treinta hojas. Sí, las chicas de ojos azules siempre tienen mucho que mear. Vuelvo a mi sitio. A los tres minutos llega ella. Se sienta. No tarda demasiado en darse cuenta de mi gamberrada. Empieza a leer. Sonríe. Pasa las hojas sin levantar la vista. Me gusta que no trate de averiguar quien ha podido ser. Se centra en la historia. Noto que se acerca al final. Ya no sonríe. Noto como reprime una lágrima. Efecto deseado. Me levanto contento. Y me voy.
Otras noches. Escribo frases. Las mando a móviles desconocidos. María ha tenido un accidente, está en coma. Me sigues queriendo? tres noches sin que nada huela a ti, son demasiadas. O tengo mis trescientos euros mañana, o te corto el cuello. Tecleo un número. Y espero las reacciones.

enfant terrible,
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