Sé que estás ahí, detrás del espejo. Eres tú quien pinta las imágenes reflejadas con la precisión de un trilero y las malas artes de un cirujano. Eres un voyeur que lee en braile, pareja de cartas del tiempo. Agudizas mis entradas, amarilleas mis dientes, me añades tiramisús que yo no he probado.
Cínico y pluriempleado. Publicista de cremas antiarrugas, escritor de dietas en dominicales, empresario de las liposucciones. Desde hoy estás en paro. Desafío a tus siete años de amenazas veladas.