10 de Diciembre 2003

feliz navidad

Cientos de esquirlas hundiéndose bajo tu piel, proyectiles de cristal que desgarran tejidos y cercenan una vida. Sangre y sudor, pupilas inertes, una melena sobre el volante. Treintaysiete años que se deshilachan en un Lexus.
Resignada contemplas el constante goteo de muerte sobre el salpicadero (por fin entiendes el verdadero significado de la palabra, quizás no merecía la pena morir por ello). Reconoces enseguida ese sonido, es el grifo de tu casa, siempre goteaba, lo escuchabas hipnotizada cuando eras una niña de coletas y uniforme. Recuerdos de una infancia. Un colegio de pago, y una cartulina blanca con purpurina roja espolvoreada por encima. Ahora es tu sangre la que con violencia decora la tapicería. Gotas caprichosas y cínicas que dibujan la costa Azul. Ya no habrá navidades con tu hija en Francia, le acabas de regalar demasiadas preguntas a una niña de cuatro años.


enfant terrible,
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