13 de Diciembre 2006

impulso

una vez pensé
matar a un hombre.
matarlo de una forma
sincera y cruel.

era un hombre
al que quería.
de hecho,
era un buen amigo.

lo cierto es que
el impulso,
poco a poco,
desapareció.
como el agua
que se escapa
por un sumidero.
cualquiera puede
ver el rastro.

y ahora,
cada vez que ese hombre
me mira.
lo ve.

enfant terrible,
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