30 de Junio 2004

Herencia

Todo lo que se escribió sobre aquello no es del todo cierto. Pero la subjetividad es un espectador con demasiadas dioptrías. Se habló mucho en los colegios, en las calles, en las iglesias. Incluso se le dedicó un capítulo en un best-seller.
Mis padres eran unos hippies y mi hermano un consentido recalcitrante. Imagino que no soportaba su éxito con las mujeres. Sus buenas maneras impostadas. Su sonrisa niño bien. Seguramente no me apetecía matarlo, pero le acabé disparando a quemarropa. No es agradable salpicarte con la sangre de tu hermano. Pero Abel no era un buen tipo. Te lo aseguro.
A nadie le apetece llamarse Caín. A mí menos. Pero en el registro se niegan a cambiarlo. Herencia histórica. Eso dicen.

enfant terrible,
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